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Biografia
Consagrada como una súper estrella de la música mexicana, JENNI RIVERA no acepta la designación y simplemente dice ser quien canta lo que la mujer quiere expresar. Y de una manera igual, sencilla y directa, sus canciones hablan de las realidades sentimentales y sociales de la mujer latina en Estados Unidos, porque ese es un camino que ella misma ha recorrido y un mundo que vive día a día. Jenni Rivera nació y estudió en Estados Unidos y desde su infancia se sintió atraída por diversas propuestas musicales, entre ellas el pop, el rap, el rock y la majestuosa música romántica de Celine Dione, Barbara Streisand y Whitney Houston, a quienes admira profundamente. Jenni, se graduó en administración de empresas, fluctuando entre dos culturas, dos realidades, y entre la posibilidad de trabajar de 9 a 5 o seguir el camino ya trazado por la herencia familiar. Sus padres le alimentaron con amor hacia la música mexicana y orgullo en la cultura y la historia impresionante de México. Entre baladas americanas se intercalaron el bolero ranchero, las norteñas, los corridos y la música de banda, capturando desde esos años formativos la esencia que ahora la ha transformado en la Diva de la Banda. La estirpe artística viene de línea directa-- el talento de su padre, el reconocido y legendario orfebre del corrido, Pedro Rivera, y la melodiosa voz de su madre, Rosa Rivera. Jenni creció en el interior de una familia dedicada a la música. Mi padre nos inculcó siempre el cariño por la música mexicana, a mis hermanos y a mí, afirma la artista. La sensibilidad por la música la llevo en la sangre y en el alma, así como la riqueza musical de sus grandes intérpretes que dejaron una profunda huella en mi corazón
Por su juventud, por su talento y por su propio estilo, auténtico y muy atrevido, Jenni Rivera se ha convertido en la intérprete femenina de más repercusión en los géneros de Banda y de música Norteña. El público mismo la empieza a llamar La Diva de La Banda. Lo que se hereda no se hurta: dice el viejo refrán que se adapta perfectamente a la intérprete de La Malandrina, que fue su debut discográfico en 1999; y La Socia, su segundo éxito que la colocó en los primeros lugares de popularidad en el 2001, sobrepasando las 300 mil unidades en ventas. Pero, sobre todo, se hizo acreedora al cariño del público que la sitúa como una de sus intérpretes predilectas
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